Presentación

La idea de este libro se ha ido gestando desde hace unos años. Ha pasado un tiempo desde que comenzamos a ponerlo en marcha un tiempo en que ha sido necesario superar duros momentos en los que gracias a la firme convicción de saber que hacíamos lo correcto nos fue inyectando dosis extra de la energía y el optimismo necesario para poder llevarlo a término.
Elegimos como vehículo el libro porque la cultura fue una de las más importantes reivindicaciones de la época en que vivieron los hombres y mujeres cuya memoria aquí pretendemos recuperar y homenajear. La lectura es una excelente herramienta a la hora de transmitir al lector un amplio abanico de vivencias, acontecimientos, ideas y sentimientos etc.
Hemos tenido la gran suerte de compartir con muchas personas que se han identificado con nuestro proyecto y que hemos contado con una gran ayuda y solidaridad desinteresada por su parte, lo que muestra una extraordinaria calidad humana. Para nosotros ha sido esta una experiencia extraordinaria y muy emotiva. Los beneficios obtenidos con la venta de ejemplares irán destinados a un fondo de libros y DVD que serán donados a la biblioteca municipal de Uncastillo.
Nos gustaría que a través de este testimonio estas generaciones de jóvenes y otras venideras tengan una idea de la España de la época más ajustada a la realidad.
La pretensión del libro y del proyecto en general es recuperar parte de una memoria que por distintas circunstancias ha permanecido durante mucho tiempo en letargo. Un silencio que dado el tiempo transcurrido desde los hechos luctuosos que dan arranque a esa memoria y los contundentes cambios políticos y sociales acaecidos, ha debido interesar a todos, no derivando por tanto únicamente, como se pretende con demasiada frecuencia, de imperativos políticos dimanados del ejercicio del poder.

sábado, 13 de abril de 2013

MUGA - Opinión

Hola amigos. Os mando unos apuntes relacionados con “Muga”. Su contenido me imagino que os gustará, porque tiene de todo, preguntas, opiniones, respuestas etc. Si alguno quiere preguntar o dar alguna opinión está en su derecho.

Deciros que con este trabajo termina todo lo relacionado con “Areles”. Es hora de ir cerrando capítulos del pasado y emprender un proceso generador destinado a cambiar hábitos, y superar cualquier clase de adversidad física y moral para poder reubicar mi lugar en el mundo. Será una interesante misión.

Me consta que este gobierno tiene una gran escasez de ideas no así de “grandes ocurrencias” He descubierto que el capitalismo se apoya en dos pilares básicos: la tecnología de consumo (también la productiva) que atrapa al individuo y lo hace cada vez más dependiente...y el marqueting de la publicidad que frustra a la gente y la convierte en insatisfecha empujándola a desear lo que no tiene. Es decir, a crearle más necesidades “no necesarias”.

Estos son tiempos de crisis que siembran un peligroso caldo de cultivo propicio a los populismos y esto provoca VIOLENCIA... “Como decía Bertolt Brech: El arte, cuando es bueno, es siempre entretenimiento. Que paséis unas buenas “Navidades”... 

Plantó arboles, tuvo hijos, escribió libros...

Mi amigo Jesús, autodidacta y kioskero, ha publicado en los últimos dos años, con la ayuda de su esposa Teresa y algún otro colaborador, sendos libros: "ARELES" y "MUGA". Jesús, que se habría "realizado" plenamente en aquellos agitados años de la segunda república española y de la guerra civil, rinde en ambos textos un sentido homenaje a los perdedores, dándoles la voz que la muerte, la derrota y el exilio quebraron para siempre. De paso refresca nuestra memoria con citas de, y alusiones a, aquellas figuras del pensamiento que alumbraron nuestro intelecto allá por los sesenta.
Eduardo Haro, Enrique Miret, Teresa Miral, Jesús Tirapo....
 
Es curioso meterse en la piel de José, en las ciudades españolas de los años 30, en el bullicio de las tiendas, en los trenes, sentir el deslumbramiento por Valencia y su olor a mar.
Entre convencido y escéptico, serio y callado, lo vemos llegar a julio de 1936 y luego ser sumido por la vorágine de la guerra. ¡Cuántos así! La narración se estructura en momentos especiales que dejan huella en su mente: en la trinchera de Albero Alto cuando recibe la inesperada visita de su madre, mayo del 37 en Barcelona, la batalla del Ebro, los campos de internamiento en Francia, la acogida, la mina, la resistencia, las conversaciones con los compañeros, la vuelta a España y la lucha por sobrevivir y olvidar, las relaciones familiares...
Hay también muchos huecos que Jesús ha llenado haciendo un honesto resumen de la contienda, de los valores que estaban en juego, de personajes históricos y de simples individuos con la carga de su dolor, para tratar de recomponer todo el puzzle.
Es un libro valiente, como Areles, es como poner una corona de flores en la tumba del soldado desconocido.
Esperemos que José haya sentido cómo su experiencia se ha ensanchado y que haya llegado a saber que muchos hemos estado con él y no lo olvidaremos, si eso puede darle algún tardío consuelo.
Gracias por tu entusiasmo, Teresa y Jesús.
Elena

TERESA Y JESÚS

La peripecia existencial de José es representativa de millones de rostros irrepetiblemente únicos, con sus dolores a cuestas, como víctimas de la barbarie que comenzó el 18 de julio de 1936. Lo narráis transparentemente, pedagógicamente: la historia de José en el marco de esa mala historia que, como agresores protagonizaron los poderes oligárquicos, con la eficaz y bien pagada ayuda de las jerarquías religiosas. Dictatorial y criminalmente interrumpieron el difícil caminar democrático hacia una sociedad más igualitaria, libre, solidaria y, en definitiva, justa. Muga duele, emociona y hace presentes a las víctimas. Detrás los verdugos. La ignominia. Con la que aún, ahora, está cayendo.

Yo calificaría MUGA de relato muy emotivo, incluso apasionante y sin pausa. La vida de José podría desarrollarla Ken Follet y le daría para 600 páginas, pero no transmitiría el sentimiento que hay en MUGA.

Los autores aprovechan los hechos relatados por José, unas veces resaltando los pensamientos que le adivinan, creo que con buen acierto y otras para añadir su propia visión del momento histórico, donde ya entramos en el terreno de las opiniones, aunque me ha quedado la impresión de que se ha conseguido mantener un difícil equilibrio entre la razón y los sentimientos.

Así, se establece un buen paralelismo entre Ulises y José en el regreso de éste último a Zaragoza. Encajan también las comparaciones con la vida de Ortega y Gasset. Su frase “Yo soy yo y mis circunstancias” queda perfectamente ejemplificada; cualquiera puede constatarlo, cuanta más edad tenga, porque la vida es un continuo cambio para la adaptación, no solo de cada individuo, sino de la propia especie.

También de acuerdo cuando se razona sobre la “paz mental”de José una vez expuesta su historia, muy paralela a una confesión, en su caso no de unos pecados, sino de algo oculto que por fin puede ver la luz y transmitirse como ejercicio para la perduración.

Resulta desolador que casi un siglo después, la historia se repita, como en un eterno girar aunque sea en una especie de sacacorchos en que nunca es igual en las formas, pero casi en el contenido. Ahora mismo, en nuestra Europa no se libra una guerra en la que se dispare con fusiles y cañones, pero la guerra financiera se está produciendo ya, llevando a muchas familias a la indigencia y haciéndonos retroceder cincuenta años en el estado del bienestar. Se alaba que un magnate done una buena cantidad de millones a una organización de beneficencia y, ciertamente, está bien en una situación de emergencia, pero no se invierte en investigación y se recorta en educación de forma que las en el futuro haya más mano de obra y más barata, olvidando que lo que nos ha dado tiempos de bonanza han sido los nuevos conocimientos adquiridos.

Solo queda la esperanza de que la rueda seguirá girando y la espiral volverá a unos tiempos de avance y prosperidad... Ya se decía hace muchos siglos aquello de las vacas flacas y gordas.

Muga (comentarios)
En primer lugar, el libro me ha gustado, me lo he pasado bien leyéndolo y esto es lo más importante para el lector y, por consiguiente, para los autores. Mientras ARELES refleja las turbulencias de los rápidos en los que el libro se construyó, MUGA se nota hecho en los remansos del río y yo lo agradezco, por mí y por los autores: debe ser muy duro construir un libro con el dolor sobre la mesa.
Me chocó al principio la introducción con la marca “Miguel Hernández” que siempre vende bien, pero más tarde pude ir comprobando que los autores han usado argamasa pedagógica en la construcción del libro exponiendo en sincronía con los avatares sufridos por José, los hitos bélicos y políticos que a tantos jóvenes afectaron, negativamente en la mayoría de los casos. También se agradecen esos comentarios que sin desmerecer la historia del protagonista iluminan, como siempre, que los intereses de los que detentan el poder van por dirección distinta a las motivaciones y aspiraciones del pueblo llano. José y tantos otros jóvenes de aquella España decadente, con una monarquía agotada y presiones de los bloques que estaban configurando la nueva Europa, se vieron atrapados en un conflicto resuelto violentamente en familia, cuando la mayoría de ellos solo demandaban dignidad y justicia social. Pedro Mora

REFLEXIÓN
Si ya resulta difícil publicar un libro o que consiga que el lector se sienta atraído por su contenido y por su propia elaboración, como ya pasó con Areles, un segundo libro y que mantenga el nivel del libro anterior e incluso en algunos momentos lo supere, me parece fenomenal como ha sido el caso de Muga que me parece una pequeña joya, sobre todo el capítulo de la reflexión ; un pequeño libro dentro de otro, pues tengo que reconocer que lo he tenido que leer dos veces y con cierta dedicación pues resulta ingenioso y con una gran dosis de creatividad y dedicación por parte de estos dos autores que me han vuelto a sorprender gratamente por su dedicación y elaboración a la hora de dar claridad a ciertos hechos confusos argumentandolos bien y de abrir ciertos caminos a la reflexión y el pensamiento, pues ya es hora de pensar en el hombre autosuficiente y autónomo y de recuperar la ética del cuidador y la moral del campesino que, con sus historias y vivencias consigue rescatar lo mejor del pasado para construir un mundo mejor que puede ser todavía... Gracias Teresa y Jesús

Tendríamos las personas que estar adscritos a la poesía, pues nada oxigena y calma como sus sintéticas verdades (necesitaríamos mil palabras para expresar lo que la/el poeta expresan tan sencillamente). La/el poeta crea un camino cuyo tránsito es seguro, casi infalible, y nos mejoran la vida. Juan Gelman, en “Areles”, y Miguel Hernández, en “Muga”, han conreado los libros (tan trabajados) de Teresa y Jesús. “Muga” podría haber prescindido de Miguel Hernández, pero la recuperación de la amarga memoria no, y este libro (descendiente de la emotividad de “Areles”) ha sido una excelente excusa para volver de nuevo al poeta, ese hombre en armonía (se le reconoce tan indígena, tan de Sumak Kawsay) con la Naturaleza y con el pueblo (a su mentor Vicente Aleixandre le dirigía en “Vientos del Pueblo”: “A nosotros, que hemos nacido poetas entre todos los hombres. Nuestro cimiento será siempre el mismo: la tierra. Nuestro destino es parar en las manos del pueblo. Sólo esas honradas manos pueden contener lo que la sangre honrada del poeta derrama vibrante”). ¡Cuántas veces hemos cantado con énfasis el “Aragoneses de Casta” (“Vientos del Pueblo”) sin saber que fue publicado un 22 de octubre de 1936, afrentando metáfora tras metáfora al sistema que se avecinó!. De sobrevivir al genocidio, es probable que Miguel Hernández (como dice José-Emilio Pacheco) hubiera preferido volverse “invisible”, pero ya sólo con sus cientos de páginas disidentes podremos seguir prestos por la vida.
Un abrazo,
José-Angel Urgel

Cuando vemos un cuadro, leemos un libro, nos produce una sensación intima que nadie puede valorar o comparar.
 En la lectura de MUGA, tuve la sensación y una serie de preguntas que te cuestionas, como ¿que hubiese hecho yo? ¿porque no me ha tocado a mi?y entonces ves lo que decía Gasset, las circunstancias.
La vida es como un tablero de ajedrez, a unos les toca ser reyes, alfiles peones etc.(las circunstancias), dentro de esa distribución de fichas, el lugar de nacimiento, la educación, la visión de la vida o tu pensamiento político o religioso, va a depender en gran medida de tu compromiso en el futuro.
Durante la lectura me vino a la mente ¿y yo que hubiese hecho? creo que el pasado es inamovible, el presente es el momento de las decisiones y el futuro ¿quien lo garantiza?.
Para no alargarme, quizá lo que más dolor me produjo con relación al personaje, es que el hombre puede ir a la Luna, avances en la genética y en la informática, pero en el fondo seguimos siendo ese depredador que llevamos dentro y que al débil lo destrozamos de mil maneras sin dejar un ápice de generosidad, perdón u olvido.
Me refiero a la vuelta a la patria de todas esa personas que por circunstancias les toco por su forma de pensar o donde vivían, y fueron en sus propios lugares de nacimiento escarnio y vejaciones, cuando en realidad fueron en todo momento consecuentes con su forma de ver la vida, y no "reblaron".
LAZARO

Hola Jesús, con un poco de retraso contesto a tu invitación de poder opinar sobre vuestro libro MUGA y también sobre el anterior ARELES. Me considero afortunado cuando la casualidad me llevó a conocerte y que tuvieras la iniciativa de ofrecerme compartir vuestro trabajo que acepté sin dudarlo, y que ahora te agradezco sinceramente.
Yo no me considero un entendido en literatura ni en Historia, simplemente los libros me gustan o no en función de si me aportan algo nuevo aunque solo sea entretenimiento. Con vuestros libros no solo me he entretenido mis buenos ratos, sino que me han aportado conocimientos y algo muy importante: he aprendido sobre la vida misma, a través de los personajes, en unos tiempos donde sobrevivir ya era meritorio y si además lo hacían con coherencia social, compromiso político y asumiendo sus consecuencias, era ejemplar como el protagonista del libro.
Han sido muchos los trabajos realizados en los diferentes ámbitos de la cultura, los que tratan el tema de la guerra civil española del 36 y aún así para muchas personas es un tema que no está asumido, que todavía desde el poder político no se quiere dar el paso definitivo de hacer justicia con las víctimas y situarlas en el lugar que merecen en la Historia de este país con una democracia incompleta donde incomprensiblemente, todavía hay muertos enterrados en los campos. Vuestro libro, ayuda a entender lo que pasó y a no entender lo que está pasando ahora, y lo hace desde la reflexión.
Bueno Teresa y Jesús, os doy las gracias y reconocimiento por vuestro buen trabajo realizado, y aunque Jesús insiste en que no habrá otro libro, quizá el tiempo y la realidad actual os anime a seguir aportando argumentos para exigir que la Memoria Histórica es un bien imprescindible y necesario.
Saludos.
Jesús Esparza.

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