Presentación

La idea de este libro se ha ido gestando desde hace unos años. Ha pasado un tiempo desde que comenzamos a ponerlo en marcha un tiempo en que ha sido necesario superar duros momentos en los que gracias a la firme convicción de saber que hacíamos lo correcto nos fue inyectando dosis extra de la energía y el optimismo necesario para poder llevarlo a término.
Elegimos como vehículo el libro porque la cultura fue una de las más importantes reivindicaciones de la época en que vivieron los hombres y mujeres cuya memoria aquí pretendemos recuperar y homenajear. La lectura es una excelente herramienta a la hora de transmitir al lector un amplio abanico de vivencias, acontecimientos, ideas y sentimientos etc.
Hemos tenido la gran suerte de compartir con muchas personas que se han identificado con nuestro proyecto y que hemos contado con una gran ayuda y solidaridad desinteresada por su parte, lo que muestra una extraordinaria calidad humana. Para nosotros ha sido esta una experiencia extraordinaria y muy emotiva. Los beneficios obtenidos con la venta de ejemplares irán destinados a un fondo de libros y DVD que serán donados a la biblioteca municipal de Uncastillo.
Nos gustaría que a través de este testimonio estas generaciones de jóvenes y otras venideras tengan una idea de la España de la época más ajustada a la realidad.
La pretensión del libro y del proyecto en general es recuperar parte de una memoria que por distintas circunstancias ha permanecido durante mucho tiempo en letargo. Un silencio que dado el tiempo transcurrido desde los hechos luctuosos que dan arranque a esa memoria y los contundentes cambios políticos y sociales acaecidos, ha debido interesar a todos, no derivando por tanto únicamente, como se pretende con demasiada frecuencia, de imperativos políticos dimanados del ejercicio del poder.

martes, 5 de enero de 2010

Comentarios... sigue

                Me parece un libro valiente porque aborda un tema que ha sido mucho tiempo tabú absoluto y aún en la democracia parece que se menciona a hurtadillas. Por eso me gusta la forma en que el narrador va descubriendo los datos, siempre de forma parcial, a retazos y medias palabras. Incluso la generación de postguerra tuvimos que luchar contra un muro de silencio de los propios protagonistas e ir enterándonos de las cosas de modo fragmentario y difícil (yo misma no supe hasta que tuve 15 años que a mi abuelo lo habían fusilado en Zaragoza, sólo por ser republicano).

                Lo que más me impresiona es la historia cotidiana, la descripción de cómo eran entonces los pueblos, las casas, las tierras comunes ... pero sobre todo la historia de los que entonces eran niños. La desolación que tuvieron que sentir los niños que, como el padre del escritor, además de que les habían arrancado a sus seres queridos, iban a hospicios que eran como cárceles.

                El libro es un homenaje a todas esas personas que quedaron heridas de por vida. Adelante.

                Elena (59 años).

1 comentario:

Carlos, 30 años dijo...

Si alguien piensa solo en términos comerciales le recomendaría que no escribiese. Son las palabras las que nos definen como seres humanos.

Lo que recomendaría a los lectores son dos cosas que léan el libro hasta el final, y que haya algo que les conmueva, que les haga pensar después de terminarlo de leer.

Areles tiene momentos espléndidos de reflexión, de emociones contenidas y también porque no, de silencios. Debe ser el propio lector el que los descubra por sí mismo.